El Salmo 118:24 declara: “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” Sí, usted estimado lector también debe saber que este es el día de oportunidad para su alma, Hoy puede oír o cerrar sus oídos a la palabra de Dios. Su respuesta determinará su eterno futuro, pues Dios dice: “el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal” Proverbios 1:33
Me preocupa como hijo de Dios y predicador que soy, de la Biblia ver como las tinieblas son cada día más densas en el mundo y ver la manera en que crece la “la levadura en la masa”. Me aflijo cuando veo a tanto cristiano indiferente respecto a si mismo y a la salvación de los demás. Cuanto mal están haciendo conceptos como: “Salvos siempre salvos” o “Joven, siéntate cuando Dios se complazca en convertir a la gente él lo hará sin ti y sin mí” o “Cristo murió solo por los elegidos” o “La salvación es un decreto soberano determinado antes de la fundación del mundo, así que no te preocupes”
Pero veamos cuan interesado estaba Jesús en que sus discípulos entendieran que la Salvación es una oportunidad para todos. Leamos lo que nos dice la parábola del Sembrador: “Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”. Lucas 8:11-15
Tres Tipos Diferentes de Oidores Estériles
Esta parábola, con sus cuatro “escenas”, indica que la respuesta no sólo depende del mensaje y del mensajero (es la misma semilla en cada caso), sino también en el grado de una buena disposición del corazón de los oyentes para recibirla. Las tres áreas estériles e improductivas (El Camino, las Piedras y los Espinos) son interpretadas como representando diferentes tipos de oidores: aquellos que simplemente no quieren escuchar, aquellos cuya respuesta es sencillamente superficial, y aquellos que están preocupados con otros intereses. Las tres son situaciones familiares a todo predicador del evangelio, en aquel entonces y ahora. Los discípulos, por lo tanto, no debieran estar sorprendidos por las respuestas divididas ante la predicación de Jesús. La culpa radica en los que oyen y no en el mensaje o el mensajero. Cuando la semilla cae en buena tierra, dará su fruto. Al explicar las parábolas a sus discípulos Jesús les abrió los misterios del reino de los cielos. Tiene su propia lógica, que el razonamiento humano no puede penetrar; su verdad debe ser revelada. El ser un discípulo significa asistir a la escuela de la revelación. Jesús no está diciendo aquí que las parábolas están diseñadas para esconder la verdad, y de esa manera cerrar la entrada a tales personas al reino de los cielos, sino que en realidad no todos son sensibles y están dispuestos a recibir la verdad que los puede salvar. Dios ha hecho todo para salvar a la humanidad, como lo declaró el mismo Señor Jesucristo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
Como podemos ver sólo uno de los cuatro tipos de terrenos mencionados resultó ser productivo, pero sería injusto culpar al sembrador por esto, como lo han hecho algunos (“él debiera haber preparado mejor el suelo”, “debiera haber sembrado solamente en la buena tierra”). El sembrador tiene que haber sabido que algunas partes de su tierra eran mejores que otras, pero les estaba dando a todas una misma oportunidad; y probablemente era la única tierra que tenía. Sólo los resultados de la cosecha mostrarían cuál era la buena tierra, lo que produciría una cosecha abundante.
No Descuidemos Una Salvación Tan grande
Dios no solamente está preocupado por el mundo que aún no ha oído su Evangelio, también cuida que su Iglesia NO SE SALGA DEL CAMINO. Así que usted amado hermano debe cuidar su salvación, con temor y temblor, Salmos 2:11 “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas” Hebreos 12:12-17
Por J Omar Tejeiro R.